El Servicio de Inocuidad e Inspección de Alimentos (FSIS) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ha dado un paso significativo en la lucha contra la Salmonella en productos de pollo crudo.
Nuevas Medidas de Seguridad
Este anuncio es el resultado de un esfuerzo de tres años del FSIS para reevaluar su estrategia y proteger a los consumidores estadounidenses de las enfermedades transmitidas por alimentos.
La propuesta del FSIS establece que las carcasas de pollo crudas, las partes de pollo, el pollo triturado y los productos de pavo triturado contaminados con ciertos niveles y serotipos de salmonela serán considerados adulterados según la Ley de Inspección de Productos Avícolas (PPIA). Esto significa que estos productos no podrán ingresar al comercio si contienen salmonela en niveles y serotipos que los harían inseguros para el consumo.
Propuesta del FSIS sobre la Salmonella en productos Avícolas
Además, el FSIS propone revisar las regulaciones para que todos los establecimientos de sacrificio de aves de corral desarrollen, implementen y mantengan procedimientos escritos para prevenir la contaminación por patógenos entéricos.
Estos procedimientos deberán incluir un programa de monitoreo microbiano (MMP) que incorpore métodos de control estadístico de procesos (SPC). También se requerirá el muestreo en el momento de volver a colgar en lugar de antes del enfriamiento, y que todos los establecimientos realicen un muestreo pareado en el momento de volver a colgar y después del enfriamiento.
La propuesta del FSIS se basa en un análisis exhaustivo de datos de brotes de salmonela en productos cárnicos reportados en el Sistema Nacional de Vigilancia de Brotes (NORS) de los CDC, PubMed y la página web del FSIS. Estos datos proporcionan información detallada sobre los alimentos que se consideraron vehículos de los brotes y son fundamentales para determinar los productos avícolas contaminados.
Medidas de seguridad alimentaria
Esta nueva política del USDA representa un avance importante en la protección de la salud pública y la seguridad alimentaria.
Con estas medidas, se espera reducir significativamente la contaminación por salmonela en los productos avícolas crudos y, en última instancia, proteger a los consumidores de enfermedades transmitidas por alimentos.
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