Distintas investigaciones encontraron en la cáscara de curuba propiedades antioxidantes y antihiperglucemiantes.
La curuba, también conocida como “tumbo”, y “maracuyá banana”, es una fruta exótica que crece en la Cordillera de los Andes con un sabor suave, agridulce, ligeramente ácido y un aroma perfumado. Por fuera tiene una apariencia de banana, por dentro es similar al maracuyá, ya que pertenecen a la misma familia de la passiflora.
Debido a sus características, se emplea para infusiones, sorbetes, batidos o ensaladas. En repostería es ideal para elaborar mousse, helados, tartas, mermeladas, helados y jaleas, mientras que en la coctelería se utiliza para preparar el licor de curuba, elaborado a partir de la maceración de la pulpa de la fruta y azúcar.
Esta fruta exótica aporta múltiples beneficios entre los que se destacan sus propiedades sedantes y tranquilizantes. Mejora la digestión, debido a su contenido de fibra, y sus aportes de vitaminas A, B1, B2 y B3 aumentan la hidratación en la piel.
Compuestos fenólicos de la curuba
Estudios previos demostraron que es particularmente rica en antioxidantes fenólicos. La presencia de compuestos fenólicos en los alimentos se investiga comúnmente para determinar sus supuestos efectos protectores contra varias enfermedades crónicas, como también se destaca en varios estudios experimentales. Los fenólicos en frutas y verduras se presentan como formas solubles conjugadas e insolubles, unidas covalentemente a restos de azúcar o a estructuras de la pared celular.
Estas formas tienen una ruta de absorción diferente en el tracto digestivo, con compuestos fenólicos unidos que llegan intactos al colon para liberarse completamente y exhibir su bioactividad. Varios estudios también han demostrado la capacidad antioxidante significativamente mayor de los compuestos fenólicos unidos insolubles con respecto a los compuestos fenólicos conjugados libres y solubles.
Se identificó y cuantificó los compuestos fenólicos libres y ligados extraídos de la curuba (Passiflora mollissima). Mediante la técnica analítica se identificaron tentativamente 82 compuestos y se cuantificaron 80 de ellos. Los compuestos fenólicos libres representaron la fracción más abundante de fenólicos. Los ácidos fenólicos totales (hidroxibenzoico más derivados del ácido hidroxicinámico) fueron el grupo fenólico de mayor concentración tanto en las fracciones fenólicas libres como ligadas. Además, las capacidades antioxidantes medidas con tres ensayos diferentes mostraron que la curuba presentó una alta actividad antioxidante, significativamente mayor que en otras frutas.
¿Qué enfermedades cura la curuba?
Cáscara de curuba contrarresta mejor la asimilación de grasa
Se realizaron estudios en desarrollo de un proyecto sobre bioprospección de frutas tropicales, cuyo objetivo consiste en obtener información a partir de especies biológicas, en este caso de lo que se suele desechar, para hallar usos funcionales en procesos de producción.
Entre los alimentos, las frutas y verduras contienen la fibra dietaria o pectinas, encargadas de inhibir la enzima lipasa, con lo que se interfiere, de manera natural, en el proceso de absorción de la grasa, que es lo que contribuye a obstruir las arterias.
En un estudio de la Universidad Nacional de Colombia, expertos en la materia tomaron seis tipos de cáscaras de frutas, entre ellas las del maracuyá, gulupa y curuba, para someterlas a un proceso químico, con el fin de sustraer la mejor pectina.
La funcionalidad de la pectina de la curuba se instala dentro de un punto medio entre algunos otros cítricos, pues si bien otros presentaron mayor poder de inhibición, la de la curuba presentó mejores características de adaptación y manipulación. En otras palabras, combinó funcionalidad de manipulación y respuesta para encapsular las moléculas de grasa.
En el caso de productos como el pan, las arepas o la pasta, se reemplazó un porcentaje de la harina por la pectina. Veinte días después del consumo, se manifestaron las reducciones en el perfil lípido, en el examen de sangre que se hace para determinar riesgo coronario.
Estos datos pueden representar un incentivo para promover el uso de esta fruta en la preparación de alimentos. En resumen, el alto contenido fenólico y la capacidad antioxidante y antihiperglucemiante de esta fruta confirman su potencial como fruta funcional.
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